YA TENEMOS TDT … EN CASTELLANO, CLARO

A principios de mes ya escribí un artículo sobre la inminente llegada de la televisión digital terrestre. Desde el pasado miércoles día 30 ya está en marcha a nivel del estado español los nuevos canales de TDT. Esto incluye a Osona que es una comarca que, en cuanto a TDT se refiere, está perfectamente integrada en el estado español. Pero, aparentemente, Osona no ha entrado aún dentro de los países catalanes ya que en nuestra lengua tenemos que hablar más bien de “apagón digital”.

El miércoles pasado aparecieron en los sintonizadores de televisión digital terrestre veinte canales y tres emisoras de radio. Todos ellos corresponden a las cadenas estatales transportadas por Retevisión, siendo los tres canales de radio pertenecientes a Radio Nacional de España. El portador Tradia encargado de los canales digitales en catalán aún no da cobertura en la zona de Osona y según indican todas las noticias no tendremos televisión digital en catalán hasta mediados del año que viene. Espero y deseo que mis informadores estén equivocados.

Pero mientras llega la televisión digital en catalán, podemos practicar viendo los veinte canales en castellano. Y para ello necesitamos, tal como ya comenté en mi anterior artículo, un decodificador de TDT.

Aunque hay más a tener en cuenta. Y como han sido diversas las consultas que he recibido, aprovecharé este artículo para entrar un poco más en detalle sobre otros aspectos a tener en cuenta además de la adquisición del codificador.

Las señales de TDT se transmiten a través de los canales altos de UHF, concretamente vamos a recibir la digital en Osona a través de los canales 61, 65, 66, 67, 68 y 69. Cada vanal transporta cuatro programas. Por lo tanto, lo primero que necesitamos es saber si nuestra antena puede recibir estos canales. En el caso de un chalet, de una casa unifamiliar, si está equipada con una antena de las denominadas de “banda ancha” y la señal que recibe de Collsuspina es buena, lo más probable es que no haya que tocar nada. Aunque también hay que tener en cuenta que estos canales funcionan en frecuencias muy elevadas, del orden de los 800MHz, y a estas frevuencias influye mucho la calidad del cable. Por lo tanto, instalaciones con muchos años a cuestas y con los cables deteriorados por la intemperie tienen muchas posibilidades de no estar en condiciones de recibir correctamente la televisión digital. Aunque sería más propio eliminar la palabra “correctamente” ya que la televisión digital o se recibe o no se recibe. No hay medias tintas ni malas calidades de imagen como sucede con la televisión analógica y una mala señal conduce a una pantalla negra o a una pantalla que se vuelva negra cada pocos segundos, recibiendo las emisiones de forma entrecortada. Ahora, eso sí, durante los segundos que se ve, se ve perfecta.

Por tanto, si usted tiene una antena individual y tras comprar el decodificador no es capaz de ver alguno o ningún canal, tendrá que ponerse en contacto con su instalador de antena.

En el caso de las antenas colectivas la cosa es un poco más compleja. Dichas instalaciones suelen disponer de una antena y un amplificador por cada uno de los canales que se reciben. Siendo dichos amplificadores necesarios ya que la potencia de la señal tiene que ser la suficiente como para alimentar a varias decenas de televisores en el edificio.

Por tanto, y para ser correctos, la empresa instaladora de antenas debería de colocar seis nuevos amplificadores lo que supondrá un gasto significativo para la comunidad de vecinos.

Existen unos amplificadores llamados de “toda banda” que representan una solución mucho más económica ya que se pone un solo amplificador para todos los canales. Pero este tipo de amplificadores aportan más inconvenientes que ventajas.

Más o menos para bloques de tamaño medio, se debe calcular un coste aproximado de unos cincuenta euros por vecino. Que se incrementaría si se produjese el mismo problema de cables en mal estado que he comentado para el caso de las viviendas unifamiliares.

Otro problema que ya se está dando en el caso de las instalaciones colectivas consiste en que debido al desconocimiento de algunos instaladores ha causado que la renovación que se venía haciendo en las comunidades de vecinos no haya sido la más adecuada. Y así nos podemos ver con el problema de que no se pueden añadir los amplificadores nuevos y haya que renovar toda la instalación entre otras causas debido a que el fabricante haya abandonado la línea de productos usada en los sistemas de antena.

Publicado en O.C. el 2 de Diciembre de 2005.