UN MILLON DE EUROS CON BICI Y AL VIENTO
Pues aunque a usted le parezca mentira hay muchas personas que lo hacen. Al menos desde el punto de vista informático. Y no se exclame porque puede que incluso usted sea una de estas personas. Vamos a verlo.
El tema de la sección de hoy viene inspirado por una consulta que recibí la semana pasada. Se trataba de una empresa de la comarca que me dijeron que se les había averiado el ordenador y que habían avisado al técnico para que lo reparase. El técnico les anunció que tenía el disco duro estropeado y que era preciso llevarse la máquina al taller para sustituirlo.
Al cabo de unos días, recibieron el ordenador reparado y funcionando perfectamente salvo un pequeño detalle: en el disco no aparecía ni rastro de los datos de facturación ni de contabilidad de la empresa ni tampoco los programas correspondientes. Esto es lógico ya que el técnico había sustituido el disco duro averiado, donde se almacena toda la información, por otro nuevo, entregándole el viejo.
La consulta concretamente era para ver si había alguna manera de rescatar la información ya que si bien en la empresa habían estado haciendo copias de seguridad, a la hora de recuperar los datos de esas copias, no funcionaban. Parece ser que las copias no se habían hecho correctamente y como nunca se les había ocurrido hacer una prueba de recuperar datos a partir de la copia de seguridad, nadie sabía que estas copias no estaban bien hechas.
Me trajeron un disco duro para ver si era posible recuperar los datos. A veces se puede conseguir ya que los discos constan de dos partes: una mecánica y otra electrónica. Si la avería es electrónica, se puede solucionar localizando un disco que funcione e idéntico al averiado e intercambiando entre ambos la tarjeta de electrónica. Sin embargo, cuando la avería es mecánica, la recuperación de datos alcanza niveles cercanos a la imposibilidad ya que los datos están grabados en la superficie de los discos magnéticos sobre los que están situados los cabezales de escritura y grabación a una distancia de pocas micras. Si hay algún fallo mecánico, los cabezales pueden tocar la superficie del disco rayándolos con lo cual se destruyen irremisiblemente una parte de los datos y más teniendo en cuenta que las densidades son altísimas puesto que en un disco de menos de 8 cm. de diámetro se almacenan centenares de millones de caracteres. Así, que una pequeña rayadura de un par de centímetros de longitud puede fácilmente haber destruido tres o cuatro millones de caracteres lo que, dicho en otras palabras, puede significar la contabilidad de muchos años de una empresa.
De otro lado, la parte de información no afectada sólo se puede realizar en laboratorios especializados con aire libre de contaminación y mediante un instrumental altamente sofisticado. Y no es de extrañar que una empresa de estas llegue a cobrar sumas desorbitadas por la recuperación de los datos.
Volviendo al caso de la persona que me hizo la consulta, pude comprobar que la avería del disco era mecánica y, además, por el sonido que hacía se notaba que estaba toda la superficie del disco rayada, con lo cual, la recuperación de los datos era prácticamente imposible.
Así que nos encontramos con una empresa que ha perdido la contabilidad de los últimos años y también todo el resto de su gestión y eso sucede en diciembre, justo al cierre del ejercicio. Ahora el trabajo que tendrán será reconstruir todo a partir de datos en papel con el coste en tiempo y sin excluir la posibilidad de errores que ello significa.
Y de aquí sacamos la moraleja que concluye el titular de este artículo y es que a la hora de comprar un ordenador muchos empresarios suelen optar por el más barato sin tener en cuenta que sobre este ordenador va a recaer la responsabilidad de toda la gestión de su empresa. Y lo que correspondería es no reparar en gastos y comprar un ordenador fiable, de marca y con un sistema de discos reduntantes. Ya se que eso es relativamente caro y puede doblar el precio de un ordenador normal pero ¿se jugaría usted su empresa a cambio de ahorrarse mil euros en su equipo informático?.
Publicado en O.C. el 23 de Diciembre de 2005.