MEGAPIXELS: PROMESA O REALIDAD
Veremos si realmente es importante a la hora de comprar una cámara digital el que tenga el número más grande de megapixels posible. Si miramos la prensa, y vemos sus anuncios de las cámaras fotográficas, rápidamente concluimos que los fabricantes mantienen una guerra de megapixels. Como si esto fuera lo más importante de la cámara. Y no lo es. Primero, algo de información básica.
La palabra píxel es una contracción fonética de “picture element»? que traducido vendría a ser, más o menos, elemento de imagen. Para entenderlo tenemos que comprender primero cómo está constituida una imagen digital. Una foto digital está constituida por miles, de hecho, millones de puntos. Si ampliamos lo suficiente una foto digital veremos como se descompone en puntos. Cada uno de ellos de un color diferente. Viene a ser como los bordados que hacían nuestras abuelas de punto de cruz, con la diferencia que uno de estos bordados contenía unos pocos píxeles que se aprecian a simple vista. Aunque cuando nos separarnos, los puntos encogen y apreciamos mejor una imagen. Cuantos más puntos tiene una foto, más pequeños son. Y, por lo tanto, aumenta la calidad de la misma. De hecho, el que realmente importa es que los puntos sean pequeños porque no se aprecian a simple vista. Con esto es suficiente.
Entonces lo que tenemos es una relación entre el tamaño de la imagen y la cantidad mínima de puntos necesaria para que esta imagen sea de calidad. Así, si imprimimos una foto del tamaño de un sello de correos, no será necesario meter en este espacio diez millones de puntos puesto que ni con un buen microscopio los llegaremos a diferenciar. Aparte que no hay impresora capaz de imprimir unos puntos tan pequeños. De hecho hay una fórmula matemática que determina cuál es la cantidad de píxeles necesaria para cada tamaño de foto impresa. No entraremos en profundidades explicando esta fórmula puesto que es suficiente con que comprendamos el concepto. Si las fotos que haremos son del tamaño de toda la vida (10 x 15) una cámara de 2 megapixels es suficiente. Y si para esta foto compramos una cámara de 5 megapixels, estamos malgastando dinero y, encima, nos cabrán menos fotos en la memoria de la cámara puesto que cada una ocupará el doble. Por lo tanto, a la hora de comprar una cámara, miramos que tenga la mejor óptica y que la calidad del convertidor de imagen a píxeles (denominado CCD) sea la mejor posible y que no necesariamente tenga el máximo de megapixels. Este dato deberá ser secundario a la hora de comprar nuestra cámara. Parafraseando un conocido fotógrafo de la comarca, «No sirve para nada tener una cámara de 11 megapixels si al final la óptica que lleva está hecha con el cristal del fondo de un vaso»?. Y actualmente ya tampoco es tan importante la cantidad de megapixels en función del tamaño a imprimir. Hay algunos «plugines»? de Photoshop que hacen verdaderas maravillas. Y si alguien no se lo cree, puede ir a comprobarlo en Roda de Ter a la tienda de Miquel Rovira, fotógrafo deportivo, donde podréis ver un póster de un metro por ochenta centímetros del de Michael Schumaker y la foto del cual se tomó con una máquina de sólo 4 megapixels.
Publicado EN O.C. el 01/07/2005