DOMINIO DE .CAT O DOMINIO DE CARO

Desde que se comenzó a hablar de que el dominio de Internet .cat iba a ser al fin puesto en marcha, algunos de mis clientes me hicieron el encargo de que les persiguiera el tema para que tan pronto como fuera posible les hiciese el registro para evitar de que nadie les pisase el nombre.

Desde que se comenzó a hablar de que el dominio de Internet .cat iba a ser al fin puesto en marcha, algunos de mis clientes me hicieron el encargo de que les persiguiera el tema para que tan pronto como fuera posible les hiciese el registro para evitar de que nadie les pisase el nombre.

El dominio .cat se ha abierto al público en tres fases. La primera, está reservada a instituciones directamente relacionadas con la promoción de la lengua y la cultura catalana, como escuelas, emisoras de radio, clubs deportivos, administración pública, etc. La segunda fase, se abrirá a cualquier entidad que ya tenga información en catalán en la web. Y, finalmente, se abrirá la fase tercera que se reserva a las más de sesenta y ocho mil persona y entidades que se adherieron a la campaña de soporte a la candidatura de soporte al dominio .cat.

Finalizadas las tres fases anteriores, el registro quedará abierto a todo el mundo siempre que pueda demostrar una relación con la comunidad cultural y lingüística catalana.

Curiosamente y debido a que en inglés “cat” significa gato, se han prohibido por indicación de la autoridad mundial de Internet el registro de dominios relacionado con los gatos.

Bien, el momento ha llegado y cuando he iniciado las gestiones y comunicado a mis clientes qué es lo que había que hacer y el precio la mitad han dicho que aparque el tema y que con su actual dominio .com o .net ya les va bien.

Como ustedes se pueden imaginar la razón es el precio. Estamos en una época en que el registro de dominios de Internet está a unos precios que se pueden calificar de muy bajos. Hoy en dia no es raro encontrar empresas registradoras que solo cobran nueve euros al año por registro de un dominio .com, .net, etc.

Pues resulta que dar de alta un dominio .cat durante las fases primera y segunda cuesta la friolera de ciento cincuenta euros aunque, eso sí, vale por dos años. Sin embargo, todas aquellas personas que entran en la fase tercera y como decíamos arriba hanapoyado el proceso de creación del dominio, tan solo pagarán quince euros por el alta. El registro abierto a todo el mundo costará setenta y cinco euros y en todos los casos la renovación anual es de cuarenta euros.

Pero no acaba aquí la cosa. Si una empresa no reune los requisitos para solicitar un dominio .cat, siempre puede pagar por un “registro defensivo” que consiste en abonar nada menos que seiscientos euros al año con el fin de que nadie pueda registrar ese dominio defendido.

Cuando he comentado estos precios con uno de mis clientes que tenía tres dominios para registrar me lo ha rebajado a un solo dominio y con razón. Ciento cincuenta euros por dos años es una exageración comparado con los dieciocho euros que puede costar registrar el mismo nombre con un .com o un .net.

El comentario unánime en Internet es algo así como “vaya precios, catalanes teníais que ser”. Y es que, la verdad, esos precios no hacen más que justificar la fama de peseteros de los catalanes.

Una de las ventajas que tienen los nuevos dominios .cat es que aceptan caracteres especiales como acentos y ces cedillas. Y seguramente más de una persona o una empresa se mostrará encantado con poder poner ese acento en su nombre de Internet. Yo les recomendaría que se lo pensaran dos veces. Internet va más allá de las zonas geográficas y de los idiomas y si el nombre de una web de una empresa catalana tiene una ce cedilla en su nombre de dominio debe de tener muy en cuenta de que en todo el mundo muy pocos teclados disponen de la tecla con la ce cedilla y lo más probable es que esa empresa se quede sin ser visitada por un, tal vez, potencial cliente de otro país.

Y esperemos que los ferrocarriles de la Generalitat no registren el dominio tren.cat

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Publicado en O.C. el 17 de Febrero de 2006.