VIGILANCIA AL ALCANCE DE TODOS

Uno de los métodos de seguridad más empleados ha consistido hasta ahora en sistemas de alarma conectados a unos sensores que se disparan con la presencia humana. Estos sistemas no suelen ser muy eficaces ya que poca gente hace caso hoy en día cuando se oye una alarma. Y, por otra parte, las actuales normativas comunitarias y leyes locales sobre contaminación acústica prohiben el uso de sirenas incluso en sistemas de alarma.

Una alternativa silenciosa y, por tanto, legal, la tenemos con sistemas de alarma conectados a centrales de vigilancia aunque ese método ya es algo más ya que hay que pagar el correspondiente abono.

Los sistemas mediante cámaras de video de vigilancia han estado siempre reservados a empresas o personas con grandes recursos económicos puesto que se trata de aparatos muy caros que consisten en un video de baja velocidad que permite grabar 24 horas ó más en una cinta y una o varias cámaras conectadas al grabador a través de una central de video. Estos conjuntos suelen tener precios que rara vez bajan de los 6.000 euros.

Sin embargo, la tecnología evoluciona muy rápidamente y ya nos permite disponer sistemas de vigilancia mediante video a unos precios absolutamente asumibles en el mercado doméstico. En el momento de escribir este artículo una cámara de vigilancia de gama baja viene a costar alrededor de 200 euros y los precios irán bajando.

Con la tecnología actual podemos montar un sistema de vigilancia por video totalmente digitalizado sustituyendo la central y la grabadora de video por un ordenador.

Así podemos por ejemplo instalar cuatro cámaras de vigilancia en nuestro domicilio por alrededor de 1000 euros y conectarlas a nuestro ordenador para tener el sistema funionando. Mediante el software que suele acompañar a estas cámaras ya se convierte, el ordenador, en una sofisticada central de vigilancia que permite controlar zonas a través del monitor, grabar película en el disco duro y hasta poder controlar nuestro domicilio remotamente si disponemos de ADSL.

Con un disco duro de unos 80 GiGas podemos grabar de forma continuada alrededor de una semana de video caso de que empleáramos una sola cámara. Pero aún podemos ampliar más las posibilidades ya que casi todo el software de video vigilancia tiene una interesante posibilidad que consiste en grabar sólo cuando se producen movimientos en el cuadro captado por la cámara. Y se puede incluso definir áreas en las que si se mueve algo se produzcan acciones como la mencionada de grabar o incluso otras como enviarnos un mensaje SMS, hacernos una llamada telefónica, etc.

Cuando se emplea la opción de grabar sólo cuando hay movimiento se produce una gran economía del espacio. Yo por ejemplo tengo situada una cámara en la puerta de casa configurada con sensibilidad al movimiento, incluso los coches que pasan la disparan. Pues aún así sólo está generando ficheros de 24 megas por día. Eso quiere decir que solo me tengo que preocupar de borrar el disco de 80 Gigas cada 3.300 días, unos nueve años.

Además, estos sistemas pueden funcionar en ordenadores no excesívamente potentes y un procedimiento económico consistiría en utilizar nuestro ordenador doméstico y usarlo como sistema de video vigilancia sólo cuando nos ausentamos de nuestro domicilio o durante la noche. Para esta última opción se pueden encontrar en Internet focos de infra rojos basados en tecnología led que iluminan la zona con una luz invisible para el ojo humano pero perfecta para la cámara. Claro que, cuando se ilumina con infra rojos la escena no se graba en colores y sólo se ve en blanco y negro.

Publicado en O.C. el 16 de Septiembre de 2006.

image