USO CORRECTO DEL CORREO ELECTRONICO

Por desgracia un porcentaje muy elevado de los usuarios del correo electrónico no han recibido la información o formación necesaria para poder utilizar este medio de comunicación.

Se habla mucho de los virus, de Internet pero muchas veces es el propio usuario el que actúa sin darse cuenta como un virus.

Los virus se propagan rápidamente de ordenador a ordenador, de ahí su nombre. Pues bien, los virus de los que vamos a hablar hoy sin ser exactamente virus sí que se comportan como tal: se propagan de modo fulminante. Y lo peor es que afectan incluso a sistemas inmunes a los virus como Linux y MACOS X. Me explico.

Voy a poner como ejemplo el virus de Lepe. Si usted recibe un mensaje que dice exactamente:

“Hola

Soy el primer virus Lepero.

Como los habitantes de Lepe no tenemos experiencia en programación, este virus trabaja basado en un sistema de honor.

Por favor: borre todos los archivos de su disco duro manualmente y envie este mensaje a todos los miembros de su libreta de direcciones.

Gracias por su cooperación”

Pues bien, aunque parece un chiste, que lo es, una peor realidad se oculta detrás de este mensaje. Cuando una persona lo recibe le hace gracia y aunque no borre los archivos de su disco duro tal como indica el mensaje (puede que alguno lo llegue a hacer y todo) sí que se va a propagar a través de Internet de forma viral ya que como nos ha hecho gracia lo que vamos a hacer es cumplir la segunda parte del mensaje: enviarlo a todos nuestros amigos. El efecto se multiplicará ya que cada uno de los que reciben el mensaje hará lo propio y a su vez lo enviará a todos sus contactos con lo que ya tenemos un virus en propagacaión.

No es un virus maligno pero sí que al final ha consumido un montón de recursos de Internt en su propagación y, porque no decirlo, en nuestro tiempo como usuarios. Ya que si la primera vez nos ha hecho gracia y lo hemos reenviado, cuando lo volvamos a recibir varias veces, ya no nos hará tanta gracia. Y comenzaremos a pensar que nos hace perder el tiempo. Y el autor original del mensaje habrá conseguido su propósito que es el de “infectar” a toda la red.

Y, sobretodo, gracias a esta cadena el autor habrá podido recopilar una buena cantidad de direcciones de email que le servirán para venderlas a empresas de Spam.

Para hacernos una idea nada más basta con contar un poco:

Imaginemos que recibimos el mensaje y lo reemviamos a 20 amigos. Al día siguiente, cada uno de esos veinte amigos lo ha enviado a su vez a otros veinte. En dos días ya son 400 personas que lo han recibido. Pero si seguimos con esta cadencia, al tercer día lo habrá recibido 400 por 20. Es decir, 8.000 personas. Y al cuarto día, 160.000 personas. Al cabo de unos pocos días más, el mensaje ya ha corrido por todo Internet. Millones y millones de correos electrónicos y las personas comenzarán a recibirlo repetidas veces.

En esta línea se encuentran los mensaje típicos de “Ayudad al niño que tiene cáncer”, “Nokia te regala un teléfono”, etc. que todos hemos recibido en diversas ocasiones.

A estos mensajes se les llama “HOAXes”. Y sería conveniente que nos acostumbremos a detectarlos y romper la cadena cuando nos llegue alguno.

Y dentro del tema, aprovecho para recordar que existe ese otro tipo de correo publicitario no deseado, llamado “Spam” y que no siempre está originado por empresas con intereses económicos. En muchas ocasiones usted puede ser el generador de Spam. Y no me refiero a los OAXes sino que los servidores de correo de Internet incorporan una serie de medidas para evitar o, al menos, reducir el Spam.

La primera comprobación que hacen es ver cuántos destinatarios tiene un mensaje y si tiene más de la cuenta, lo anulan y los destinatarios no recibirán este mensaje.

Así que si usted tiene la costumvre de enviar mensajes con diez o más direcciones “CC” lo más probable es que el mensaje no llegue a la mayor parte de los detinatarios ya que sus servidores de correos lo habrán detectado.

Publicado en O.C. el 14 de Octubre del 2006.