No he desaparecido del mapa

Lo que me tiene en ausencia forzosa se trata de una situación personal provocada por un tema familiar. A pesar de ser un tema personal lo voy a explicar, eso sí sin dar nombres, de forma que pueda obtener vuestra compresión y perdón por no responder ni a vuestros mensajes públicos ni a los privados.

Si quieres seguir leyendo, esta es la historia.

Un familiar muy allegado (en realidad es una “familiara») tiene un restaurante. Bueno, para ser precisos tiene una sociedad limitada con su marido la cual explota un restaurante. El marido administra la sociedad y, además, es el cocinero. Ella se cuida de la sala.

Resulta que un día contrataron a una nueva ayudante de cocina, una vieja amiga de la familia que se había quedado en el paro.

Por lo que hemos podido ver más tarde, la “ayuda” de la ayudante fue tanta que el cocinero se marcho con la ayudante y, juntos ,montaron un nuevo restaurante con lo que el marido de mi parienta pasó a ser su “ex”

Hasta aquí la cosa no pasaría de un tema cotidiano de infidelidad conyugal y eso, por supuesto, no me habría alterado en lo más mínimo mi vida personal.

Pero cómo he dicho, hay una sociedad por medio y aquí comenzaron mis problemas…

Como he dicho, él se marchó con la ayudante de cocina a formar un nuevo hogar y un nuevo restaurante y ella (mi “familiara») se quedó con la sociedad y, por tanto con el negocio.

Lo del personal tuvo fácil solución, se contrató a un nuevo cocinero (que por cierto y en opinión de los clientes cocina mejor que el anterior) pero de inmediato asomaron problemas más gordos.

El primero es que mi parienta nunca había gestionado una empresa y el trato con proveedores, personal, bancos… se le hizo una montaña.

El segundo que el que se marchó, dejó la empresa con más deudas que las del peluquero de Bob Marley.

Nuestra familia es realmente pequeña y la única persona con experiencia empresarial en esa familia soy yo.

Así que me tocó la lotería. Como la familia está para ayudarse por aquello del “hoy por mi, mañana por ti”, súbitamente me vi, además de llevando mi trabajo habitual, convertido en el administrador de facto de esa sociedad.

Se me esfumaron las horas libres que pasaron a estar ocupadas en tratos con abogados, negociaciones de deudas con la Seguridad Social, Bancos… Montar una gestión de gastos, compras… cosas que nunca se habían hecho antes; el mozo puede que cocinase bien pero de gestión empresarial no tenía ni pajolera. Todos los números los llevaba a ojo de buen cubero.

Por lo que me tocó además de organizar un plan de reflotamiento, organizar toda la gestión de la empresa y hasta, aprovechando mi experiencia como antiguo programador informático, crear un programa de gestión a medida.

En todo eso me metí el día 17 de noviembre de 2009 y desde entonces estoy missing para mis amigos de Internet y para los del Mundo Real

Y también mis juguetes permanecen inactivos casi a punto de oxidarse, abandonados tengo a mi roadster, mi Lego Mindstorm, mi electrónica, mi…

Por fortuna el restaurante trabaja y su cash flow permite ser optimistas en cuanto al futuro a pesar del lastre de una deuda que se mide en muchas decenas de miles de euros.

Y aquí lo dejamos, he tenido que robar unos minutos de sueño para escribir estas líneas pero espero que comprendáis el porque, de momento, no puedo estar con vosotros. Me he convertido, en lo que eran mis horas libres, en el gerente de una empresa de hostelería… Con sueldo cero.